Staff 38

  • Agrandar Texto
  • Achicar Texto

Staff

 Intersecciones Psi  

Revista Electrónica de la
Facultad de Psicología de la UBA
Año 11 – Número 38
Marzo de 2021


Secretario de Extensión, Cultura y Bienestar Universitario

Pablo Muñoz

Director General

Jorge A. Biglieri

Generación de Contenido

Pablo Fernández

Diseño

Agustina Espector

Diagramación

Alejandro Zeitlin



Colaboran en este número:

Ona Albornoz

Cecilia Altamirano

Victoria Bazán

Paula Belforte

Gonzalo Daniel Clerici

Micaela Dines

Leandro Fideleff

María Laura Font Nine

Florencia Natalí Gómez

María del Pilar Kufa

Stefanía Medina

Luciana Passarini

Verónica Vergatti


 

Editorial

Comenzando los 200 años de la creación de la Universidad de Buenos Aires proponemos un recorrido por algunos de los documentos más importantes que retratan sus momentos fundacionales.

El edicto de su creación a la letra

En este primer documento nos encontramos con un texto que dice:

“El Edicto de Erección de la Universidad de Buenos-Ayres”. Y en la firma “D. Martín Rodríguez Brigadier general, Gobernador y Capitán General de la Provincia de Buenos Ayres”. 

Quien lo firma en su presentación muestra la historia de su advenimiento al poder, ya que ha habido una confrontación bélica y una designación legal por la cámara de Representantes. Es por eso que encontramos el encuentro de cargos militares y políticos. La D. es de Don, es decir, vecino. Es también una autoridad legítima provincial; por lo que la Universidad es inicialmente provincial.

“Desde el año 1778 estaban expedidas las órdenes para el establecimiento de la Universidad en esta ciudad”.

Esta frase corrobora la conjetura para investigar si hubo una iniciativa virreynal de Vértiz de gestionar en la Universidad de Salamanca el auspicio de creación de una filial, recordando que Manuel Belgrano había egresado en Derecho en esa Universidad. Aunque podríamos preguntarnos si tardaron 42 años los papeles en llegar o si la ruptura con España habrá interrumpido la gestión.

Al mismo tiempo, se le da sede a la Universidad en la Ciudad.

“Y la más remarcable indiferencia del gobierno metropolitano las había sepultado en el olvido. Excitado el supremo directorio ejecutivo por las instancias de muchos ciudadanos, amantes de la destracción y progreso de su país, propuso al Congreso general de 1819, la erección de este establecimiento literario y opinando que se hallaba bastantemente facultado para proceder a fundarlo por sí solo, manifestó que deseaba la cooperación de aquel cuerpo soberano para colmar de autoridades la ejecución de un parlamento tan benéfico. El congreso general adhirió sin demora a la propuesta acordando que se procediese luego a su erección, dándole las formas provinciales el gobierno y cuidando de remitirlas para su aprobación a la legislatura”.

En este recorte se puede apreciar que Martín Rodríguez argumenta la indiferencia del gobierno metropolitano anterior y se apoya en el interés mostrado por el Directorio (autoridad nacional) que propone al Congreso la creación y logra su aval. El gobierno provincial le “Da formas provinciales”.

 Las calamidades del año 20 lo paralizaron todo estando a punto ya de realizarse. Pero habiéndose restablecido el sosiego y la tranquilidad de la provincia, es uno de los primeros deberes del gobierno entrar a ocuparse de la educación pública y promoverla una estructura general que siendo lo más oportuno para hacerla floreciente”.

Encontramos también que la universidad se refiere a la totalidad de la educación pública y su función es hacerla florecer. El texto, presumiblemente rivadaviano, muestra la influencia de la concepción napoleónica de universidad que tulela todo el sistema, el interés por una educación pública laica y la tendencia a la secularización.

“Lo había suspendido la anarquía y debe desarrollarlo el nuevo orden. Animados de estos sentimientos- resolví llevar la ejecución de la fundación de la Universidad y para poner más expeditas las medidas conducentes a este fin, nombre el cancelario y el rector, dándole las facultades necesarias para que proceda y se dispusiese la erección, y en seguida habiendo nombrado prefectos para presidir los departamentos después que se formen tribunales compuestos de estos funcionarios y de los doctores decanos de cada Facultad y habiéndoseme comunicado que se  halle todo ya bien dispuesto y ordenado para hacer la institución, por el presente publico solemne edicto, erijo e instituyo una universidad mayor con fuerza y jurisdicción académica, y establezco una sala general de doctores de todos los que hubieran obtenido el grado en las demás Universidades y sean naturales de esta provincia casados o domiciliados que hay en ella, serán matriculados como tales por esta sola vez los que habiendo obtenido grado de bachilleres de alguna facultad mayor y por la falta que hay de licenciados. Licencia con despacho especial expedido por tribunal competente para ejercer la Facultad”.

“Los Estatutos demarcaran la autoridad y jurisdicción de la universidad, del tribunal literario, del cancelario y del Rector entre tanto se aplique a aquellos quedan completamente autorizados para entender y resolver en el fuero académico. Las facultades particulares de los prefectos serán regladas del mismo modo de manera que los derechos, preminencias, participativas de todos los individuos que pertenecen a cada uno de los departamentos. Se establece que desde esta fecha gozará esta la Universidad y los individuos que estén excedidos de las universidades mayores más privilegiadas y entra en posesión también de todos los derechos a los edificios, fincas y demás propiedades aplicadas a la educación pública… a cuyo efecto hice expedir este Edicto que se guarde y cumpla puntualmente”.  Gobierno del brigadier general Martín Rodríguez, Buenos Ayres, 9 de agosto de 1821.

Remarcando en la fecha, coincide en el tiempo con los caudillos de la Liga de Libres del Sur de Artigas que derrotaron en Cepeda a las tropas nacionales del Directorio.

De esta manera el proyecto científico-universitario de educación pública lleva el sello que Rivadavia busca conferir: Educación pública y laica. Siendo así que la educación se separa de las órdenes religiosas seculares. Es además un proyecto práctico. El área religiosa jamás se desarrolla y enseguida se crea la cátedra de Economía pública comercial y social. 

Rivadavia funda también otras instituciones, como la academia de medicina, y propicia las ciencias. Contrata profesores extranjeros como Senillosa: profesor de matemática valenciano, físico, geodesta y agrimensor que aplica matemáticas en mensuras al agro a fin de demarcar campos en la nueva Ley de enfiteusis o arriendo y venta de tierras públicas. Siguiendo esta línea propicia las ciencias físicas y Naturales y las primeras colecciones: El Museo Bernardino Rivadavia, nombrada por De Asúa como “La primavera de las ciencias” y con sede en la Universidad de Buenos Aires.

En este mismo paisaje que recorremos, está el Convento de Santo Domingo que funciona como observatorio, farmacia y bioquímica y el primer Laboratorio de Física.   

Llegando a 1830, época de Rosas, se forma en una Universidad sin sueldos toda la generación romántica del 37. Senillosa trabaja también demarcando la anexión de nuevos territorios de la campaña al desierto de Rosas, lo cual podemos entender como una prolongación y amplificación de la enfiteusis de Rivadavia y que permite el surgimiento de los establecimientos de cueros, sebo y charque. La exploración paleontológica habilita las primeras colecciones vendidas a los museos de Inglaterra y Suecia. Otras figuras significativas son Vicente López y Planes, reconocido autor del Himno Nacional, además de su rol político era gran naturalista que conocía a Linneo.  Y también Hudson que tempranamente adhiere al evolucionismo, al mismo tiempo que se destaca la temprana visita de Darwin.

En la próxima edición de Revista Intersecciones continuaremos con la publicación de más información, de gran interés, acerca de los momentos fundantes de la Universidad de Buenos Aires.

Lucía Rossi

Revista Electrónica de la Facultad de Psicología - UBA | 2011 Todos los derechos reservados
ISSN 1853-9793
Dirección: Hipólito Yrigoyen 3242, Piso 3º - (1207) CABA | Teléfonos: 4931-6900 / 4957-1210 | e-mail: intersecciones@psi.uba.ar