Psicología perinatal ayer y hoy y reflexiones sobre sus especificidades en tiempos de Pandemia COVID19

En el presente trabajo se realiza una reflexión acerca de la visibilización de la psicología perinatal y la inserción del psicólogo perinatal, donde se incluye también su especificidad en tiempos de pandemia. La reflexión será sintetizada en tres categorías: “La psicología perinatal ayer y hoy”; “Actualidad y psicología perinatal: ¿Qué es la psicología perinatal y a qué se dedica un psicólogo perinatal?” y “¿Qué ocurrió con la psicología perinatal en el marco de Pandemia por COVID19?”.

 

La psicología perinatal ayer y hoy

La psicología perinatal es una disciplina que está en auge. Ha crecido el interés de los profesionales, se ha incrementado la oferta y demanda de espacios de formación, se ha multiplicado en su visibilización en redes sociales, ha presentado también un marcado interés en los usuarios, que empiezan a investigar y solicitar esta atención específica…

Y, como todo, cuenta con una historia. Esta reflexión muestra esa historia y pretende dar cuenta de la especificidad de nuestra práctica.

La psicología perinatal tiene décadas de historia, sin embargo, no tuvo siempre la misma aceptación en los ámbitos clínicos hospitalarios ni en los usuarios de salud ni en la sociedad. Como ocurre usualmente con los nuevos paradigmas, muchas veces generan resistencias.

Sin embargo, y gracias al trabajo dedicado y al estilo profesional de sus pioneros y a la creciente (pero todavía necesaria) flexibilización de la sociedad en torno a temáticas de salud mental perinatal, ha logrado incluirse en los espacios hospitalarios y clínicos, siendo una rama de la psicología aceptada, de enorme potencial y disparadora de un gran interés. Hoy, la psicología perinatal está avalada, es más comprendida y solicitada por los usuarios (que a modo creciente reconocen su especificidad y cuándo acceder a ella), en la sociedad en general (que está en camino a visibilizar las problemáticas propias de este campo disciplinar), y en los equipos de salud (que reconocen en ella un aliado de trabajo y un espacio posible para propiciar el bienestar de las/los pacientes). Tal es así que, hoy en día, en muchos efectores de salud, se evidencia una verdadera inserción interdisciplinaria: un psicólogo que participa de pases de sala, que acompaña a un equipo médico en una devolución, que recibe interconsultas formales o “de pasillo” de parte de alguien que sabe qué función tiene ese profesional y deposita un saber propio en esa disciplina.

En cuanto su reconocimiento social también ha sido más visibilizada: discursos emergentes que quitan el velo a temáticas antes guardadas en secreto son prueba de ello y también lo es el hecho de que, desde 2016, se conmemore en nuestro país el día de la salud mental materna, con la intención de sensibilizar a la población acerca de esta problemática. Que exista un día de la salud mental materna es un reconocimiento que se antecede con el reconocimiento institucional de que la salud mental materna importa y con el trabajo arduo de profesionales, que durante décadas orientaron sus terapéuticas hacia esa dirección.

M.A González y S. J Naddeo historizan: “La Maternidad Sarda es (…) iniciadora de un nuevo paradigma de atención en Salud: el modelo Maternidades Centradas en la familia MCF”.

Como detallan las autoras, la conceptualización en salud perinatal ha dado un vuelco: el Modelo de Maternidades Seguras y Centradas en la Familia (MSCF), que nace en el Hospital Materno Infantil Ramón Sarda y se expande luego como paradigma en la atención clínica perinatal ha permitido que el enfoque bio-psico-social de la parentalidad no sea hoy sólo una conceptualización teórica: aquí, hoy, en esta institución (y en muchas otras) se piensa a las mujeres, madres y niños/as desde una visión integral, de la cual la salud mental perinatal es parte.

 

Actualidad y psicología perinatal… ¿Qué es la psicología perinatal y a qué se dedica un psicólogo perinatal?

La psicología perinatal es, como explica A. Oiberman (2005) “Un área de la psicología (…) que abarca el momento del embarazo, parto, puerperio y primeros meses de vida del niño”.

La psicología perinatal tiene características que le son propias a la disciplina: el encuadre es flexible. Y el consultorio es móvil: se puede atender en un lactario, en un cuarto de la residencia de madres, al pie de una cama en una sala de obstetricia de alto riesgo o en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales junto a una madre y la incubadora que acoge a su bebé. Esa flexibilidad también se ve en la práctica: las intervenciones son artesanales, “a medida” para cada familia, partiendo de la base del respeto por la subjetividad y el entendimiento de que cada familia representa un universo particular y singular. No hay un paciente único: el paciente es la díada, o tríada, es la familia. La guía de MSCF considera al RN y su familia como pacientes: para la psicología perinatal, esto es una premisa. Además, es una disciplina que trabaja a la par de otras: la interdisciplina la define y el trabajo en equipo es requisito. En este sentido, se trabaja codo a codo y a sabiendas de que, muchas veces, la demanda no viene dirigida de parte de un paciente sino de un colega que escucha, observa y con agudeza en su ojo clínico deriva al profesional de salud mental. Algunas veces el psicólogo perinatal hará de puente en la comunicación entre el paciente y el equipo de salud, cuando sea necesario. Otras veces al psicólogo perinatal le tocará la tarea de “sostener al que sostiene, cuidar al que cuida” y brindar un espacio para la palabra de los integrantes del equipo de salud que lo precisen. Es preciso para el psicólogo perinatal compartir un lenguaje con el equipo médico y también compartir y respetar los tiempos y dinámicas propias de los servicios en los que se inserta, siendo importante el respeto por el encuadre, por la delimitación de saberes y funciones y la alianza que nace de la interdisciplina.

Un psicólogo perinatal puede trabajar en ámbitos clínicos, pero también en promoción y prevención de la salud (perinatal) en espacios diferentes al clínico-hospitalario. El punto común es la empatía, el miramiento por la singularidad y el respeto. Ocurre que trabajamos con un campo muy sensible, frágil, vulnerable: una madre-un padre, un bebé y el vínculo entre ellos.

Algunos de los ámbitos dentro del hospital en los que se inserta el psicólogo perinatal son:

-          En consultorios externos de Salud Mental, atendiendo pacientes que consultan por demanda propia o por medio de interconsulta de otro profesional de salud (embarazadas cursando embarazos de bajo, mediano o alto riesgo, con o sin diagnósticos prenatales, con o sin diagnósticos actuales o previos de trastornos mentales perinatales/salud mental, puérperas o mujeres que acuden por temáticas vinculadas a la salud mental perinatal –Ej.: duelos perinatales; TRHA)

-          En Salas de Internación: salas de internación conjunta (madre-bebé sanos a partir de problemáticas que surjan en el campo vincular y/o referentes a salud mental perinatal en el puerperio inmediato); salas de ginecología (p. ej: con pacientes que sufrieron pérdidas gestacionales o pacientes con interrupción del embarazo); salas de obstetricia (con pacientes con embarazos de riesgo que requieren atención y/o seguimiento psicoterapéutico) o en UCIN (con pacientes que requieren seguimiento psicoterapéutico y/o contención psicoemocional).

-          En Consultorios de Neonatología a los que acuden las familias para seguimiento del recién nacido.

-          En Consultorios de Pediatría: a los que acuden las familias para seguimiento de bebes y niños/as.

-          En la Guardia Obstétrica y Sala de Partos: cuando fuera necesaria la atención de la parturienta por problemáticas referidas a salud mental perinatal

-          En Consultorios de Planificación Familiar o Servicios de Salud Sexual y Reproductiva: cuando la usuaria precise asistencia psicológica

Estos son sólo algunos de los escenarios hospitalarios donde el psicólogo perinatal se inserta.

 

¿Qué ocurrió con la Psicología Perinatal en el marco de la Pandemia por COVID19?

Una pandemia es un evento inesperado y excepcional en la vida de las personas. En el marco de esta situación, desafiante para la población general, los profesionales y los sistemas de salud (público y privado) podrían pensarse los diversos cambios que se han producido en los efectores de salud en torno a los procesos de atención y el impacto que esto generó. Las maternidades, como efectores que atienden a la mujer y su familia durante el embarazo, parto y puerperio no quedan exentas de estas nuevas modalidades de atención y reorganización.

En el contexto de esta reestructuración de los procesos de atención en los efectores de salud, en pos de la prevención de contagios, se observaron cambios. Específicamente en el ámbito de la perinatología y más puntualmente en la atención ambulatoria de los embarazos se evidenciaron consultas presenciales más espaciadas y/o disminución de las mismas (en embarazo de bajo riesgo); consultas bajo la modalidad de atención remota (implementación y fortalecimiento de la telemedicina) y controles prenatales con menos/sin presencia de acompañantes.

La guía de recomendaciones psicológicas para afrontar la pandemia (UBA) dio cuenta de la posible aparición de reacciones emocionales asociadas al contexto: frustración, tristeza, sentimientos de soledad, ansiedad (entre otras). Por su parte, la recomendación de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) fue: “En estos días difíciles para la comunidad universal, tan importante como cuidar la salud física es cuidar la salud mental”.

Como psicólogos con orientación perinatal sería interesante pensar cuáles de estas manifestaciones clínicas mencionadas afectaron con particularidad a la mujer embarazada y su familia y/o a la puérpera y su familia: protagonistas que afrontaron un proceso único y particular como el embarazo y nacimiento de un hijo/a en el contexto de una pandemia.

Más que nunca la pandemia nos obligó a repensar los cuidados desde Salud Mental Perinatal, rearmar estrategias existentes y armar otras nuevas, acordes al contexto.

La atención remota pasó a cobrar un lugar protagonista que hoy, sigue instalada en muchos espacios terapéuticos. Lo impensado se volvió posible y, con entusiasmo (y algunas dudas), se tejieron espacios virtuales posibles, con las mismas características que los espacios presenciales: respeto, empatía y miramiento por la singularidad.

La tecnología permitió el acercamiento de familiares que, por protocolos institucionales o por casos de aislamiento, no podían estar presentes en momentos importantes: padres que no podían vivenciar el nacimiento de sus hijos/as; abuelos/as, tíos/as, hermanos/as que no podían ingresar a las instituciones: el campo de las telecomunicaciones y video llamadas abrió un sinfín de posibilidades e hizo posible su presencia (virtual) en momentos de (vital) importancia.

Como psicólogos perinatales nos tocó acompañar a las familias en esos contextos, armar junto a ellos estrategias para fomentar la cercanía en los tiempos de soledad propios de la pandemia y armar, nosotros mismos junto a los pacientes, dispositivos que permitan esa cercanía, alianza terapéutica y favorezcan la transferencia para un tratamiento e intervenciones posibles en salud mental perinatal.

Como reflexión final, parecería que la psicología perinatal es una disciplina en constante movimiento y en su historia (y también en su atravesamiento por la Pandemia COVID19) la in-quietud aparece como clave en el trabajo clínico: la inquietud en tanto búsqueda permanente de salidas a las problemáticas de nuestros/as pacientes; búsqueda permanente de respuestas a los avatares del contexto; trabajo continuo de armado y rearmado de estrategias terapéuticas y acción constante de visibilización de las problemáticas de Salud Mental Perinatal en pos de su reconocimiento institucional y social en el camino de la des-estigmatización en salud mental. La historia nos construye y en este largo camino aún queda mucho por recorrer. 

 

Bibliografía

González, M.A.; Naddeo, S.J. (2007). Niños internados desde el comienzo de la vida. Familia, internación neonatal y salud mental. Revista Hospital Materno Infantil Ramón Sarda.

Larguía, A.M; González. M.A; Solana, C.; Basualdo, M.N; Di Pietrantonio, E.; Bianculli, P.; Ortiz, Z.; Cuyul. A; Esand, M.E. (2012). Maternidad Segura y Centrada en la Familia (MSCF) con enfoque Intercultural. Conceptualización e implementación del modelo. Buenos Aires

Oiberman, A. (2005). Nacer y después: aportes a la psicología perinatal. JCE Ediciones. Buenos Aires

Oiberman, A. (2013) Nacer y acompañar. Abordajes clínicos de la psicología perinatal. Lugar editorial. Buenos Aires

Recomendaciones psicológicas para afrontar la pandemia. Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires. 2020.

Sociedad Argentina de Pediatría. https://www.sap.org.ar/uploads/archivos/general/files_cuidemonos-en-cuarentena_1585260720.pdf