Editorial

Esta edición de Intersecciones Psi sale a la calle en un momento muy significativo para la Universidad de Buenos Aires y la sociedad argentina en su conjunto. Marzo no es cualquier mes del calendario; tanto en la vida política y social del país como en el ámbito académico-universitario tiene un profundo sentido simbólico.

En la Facultad, es un mes que indica el principio del ciclo lectivo. Como bisagra entre lo que fue y lo que será, plantea una agenda de nuevos desafíos a los que debemos responder con compromiso y decisión, pero también la oportunidad de repensar lo construido.

Desde que se conmemora el aniversario del golpe de Estado genocida de 1976, en nuestro país, marzo significa Memoria. El pasado 24 se cumplieron 38 años del hecho que dio inicio a la dictadura más sangrienta de la historia argentina; una ocasión para reafirmar el Nunca Más conquistado con el retorno a la democracia.

La Universidad no permaneció ajena a este período oscuro —las juntas militares abolieron la autonomía universitaria, prohibieron contenidos, censuraron y destruyeron textos, persiguieron, torturaron y desaparecieron a profesores, personal no docente y estudiantes—. Por eso, sus actores sociales cumplen hoy un importante rol en la construcción colectiva de la Memoria. Como sostiene la profesora Lucía Rossi —vicedecana y titular de Historia de la Psicología-C. II— en el título del artículo de su autoría publicado en la sección Vigencia de la presente edición, esta fecha es una  “oportunidad de recordar el derecho a recordar”.

En la Universidad de Buenos Aires, 2014 es, sin duda, un año de cambios. La asunción de las nuevas autoridades trae consigo la oportunidad de dar impulso, con renovadas metas, a la profundización de un proyecto de mejora constante de la educación universitaria, pública y gratuita.

Con la misma convicción en la educación pública, y las metas puestas en el desarrollo de los tres pilares consagrados en el Estatuto de la UBA —docencia, investigación y extensión—, empezamos otro año de Intersecciones Psi. En esta etapa inaugural resulta casi obligatorio realizar un balance sobre el camino transitado, porque en la relectura del pasado se encuentra el germen de las transformaciones futuras. Esta construcción no se hace a solas, sino en el “entre”, con nuestros lectores y colaboradores, quienes forman parte activa de este  proyecto.

“Historia es lo que queda escrito. Nosotros hoy tenemos la posibilidad de habitar, comprender, compartir, elaborar, situarnos; en fin, dar presencia y vida a ese pasado para nada ajeno a nosotros”, afirma la profesora Rossi.