El uso del juego de garabatos en las entrevistas psicológicas

Este escrito tiene la  intención de darle al Juego de Garabatos un estatus en el campo de la clínica, un lugar entre la clínica y la creatividad.

D. Winnicott crea inicialmente “Los garabatos, los squiggles”, para ser usados durante la Consulta terapéutica, para dar solución a uno de los tantos problemas que se le presentan a un clínico en la atención hospitalaria: la escasez de horarios, la urgencia en la detección del síntoma, el diagnostico presuntivo, y la posterior derivación del caso.

El lugar en que se desarrollan, los “playing”, aquellos juegos que no son de reglas,  es producto de un proceso entre crear y encontrar, que crea un campo intermedio, una zona tercera, que no se inscribe en una tópica bilateral entre adentro y afuera.

Ni adentro ni afuera, sino puente, o entremedio originado por los juegos tempranos entre la madre y el bebe.

EL JUEGO Y EL JUEGO DE GARABATOS.

El concepto de juego en Donald Winnicott, se relaciona con el desarrollo del mismo en un área o zona que no pertenece ni al mundo interno de la persona, ni al externo. Es una zona potencial de desarrollo y de creatividad. En esta zona que denomina  transicional (pasaje) se desarrolla el juego de garabatos y los juegos que no son de reglas, “los playing”, son un potencial de las capacidades del niño, que se originan, en términos sintéticos, a partir de un movimiento dialéctico entre el mundo fenoménico, aportado por el objeto que ofrece la madre y el proceso de ilusión, dando paso a la constitución de un nuevo espacio psíquico, el espacio transicional, e inicio de  una tópica de tres espacios.

El juego es una de las características más específicas del ser humano para poder:

A) acceder en tanto sujeto construido al área de la cultura.

B) realizar una experiencia de continuidad en la vida, es decir el Ser como construcción.

En el caso de los Garabatos, el encuentro entre el terapeuta y el paciente se va dando a través de una significación que va surgiendo, naciendo, y que le otorga a este juego una  doble función, para el  diagnóstico y como juego terapéutico en sí mismo.

El juego de garabatos pone en acto estos conceptos que cobran vida en la experiencia misma, en los fenómenos propios de la transicionalidad, que no resumen sino que se producen, nacen, en el encuentro entre paciente y analista,

Los Squiggles, o garabatos abarcan el área de juego y por ende transicional, sin tensión, es el estilo de Winnicott, el que va demostrando que las producciones psicoanalíticas exceden los marcos rígidos, y son las transferencias, el lugar del analista, la asociación libre, la sublimación y creatividad,  el respeto por el sujeto, lo que hace que el análisis sobreviva a los tiempos y problemas que se le presentan.

Permiten a la vez realizar tareas de fuerte compromiso, entre diagnósticas y terapéuticas simultáneamente. El juego se corta cuando las pulsiones invaden masivamente el campo del jugo.

AREA TRANSICIONAL Y JUEGO.

El jugar  es una de las características más específicas del ser humano y el área de juego en que se desarrollan los squiggles es decir el área transicional, es una zona potencial de desarrollos, de creatividad y es el lugar de la raíz del simbolismo,que posteriormente derivara si todo marcha bien en las  producciones culturales, es decir en la cultura.

La importancia de la transicionalidad, consiste en que este movimiento dialéctico, entre el mundo fenoménico, que consiste en que la madre aporte el objeto externo y un medio ambiente como sostén, pleno de confianza, da paso al proceso de ilusión y su consecuente paradoja, ENCONTRADO - CREADO.

Los fenómenos propios de la transicionalidad, no se resumen sino que se reproducen, vuelven a nacer, en el encuentro entre paciente y analista, y durante su recreación los viejos dilemas de la relación entre el sujeto y la cultura, muestran su vínculo.

EL GARABATO Y EL ESPACIO DE LA CLÍNICA.

Es el estilo de Winnicott el que va demostrando que las producciones psicoanalíticas exceden los marcos rígidos y son las transferencias, el lugar del analista, la asociación libre, la sublimación y creatividad, el respeto por el sujeto, lo que hace que el análisis sobreviva a los tiempos y problemas que se le presentan. El desarrollo dela Consulta Terapéutica, contiene como momento esencial al juego del garabato

El juego esta para hacer contacto con el niño / adolescente, siendo ampliamente posible de ser usado con adultos.

Las características propias no lo identifican a nada más a que a sí mismo.

Permite el aprovechamiento cabal de la primera entrevista.

En tanto la zona transicional (un pasaje entre el yo hacia el no yo) se instala, mediante la habilidad del terapeuta, para iniciar el juego, se pueden inicialmente encontrar en los garabatos tres funciones. 

Los garabatos pueden ser usados como test diagnostico, cuidando que no quede reducido a un test proyectivo. Como acto terapéutico en tanto construcción de un espacio intermedio y transicional entre el terapeuta y su paciente en el cual el juego será el soporte para desanudar, vía la capacidad de soportarla ausencia, en la transferencia, las ligazones y los vacíos en la historia del sujeto que hacen el síntoma.

En tanto es una producción que se desarrolla entre dos personas pertenece al área intermedia de la experiencia, es decir el área de las producciones culturales.

Winnicott  insiste que para realizar este juego, el terapeuta  necesita una formación muy completa y un análisis propio.

ALGUNOS  ANTECEDENTES TEÓRICOS.

La idea inicial de que “No hay bebe” hasta que se disuelve la diada madre - bebé, lo obligan a desarrollar una metapsicología que se caracteriza por fundarse en las paradojas y en la organización de un yo a partir de un otro que es más que nada una función.

La conformación de un mundo interno y externo a las personas, el modo con que este se construye y es aceptado, el inicio de un estado de reconocimiento de la vida y por ende del Self, van a depender de un afuera que es una función, que tiene que tener ciertas cualidades. Esta función puede fallar doblemente, en un sentido tanto positivo como negativo. El inicio de la vida vivida, es entonces una actividad de provisión que aporta un otro, que es parte de un mundo cultural.

Winnicott (1960 pag 58)(1), nos recuerda que durante la fase de sostén, se inician otros procesos; entre ellos “el mas importante es el alborear de la inteligencia y el comienzo de la mente como algo distinto de la psique. En esta etapa se inician los procesos secundarios y con ellos la capacidad de simbolización, así como la organización de un contenido psíquico personal, que da base al soñar y a las relaciones de la vida”. Él establece una articulación fuerte entre naturaleza (potencialidades, creatividad primaria) y cultura y sujeto, que se conjugan a través de la relación entre creación / encuentro del objeto.

Para poder preguntarse en un sentido abstracto, cuál es el lugaren que vivimos, Winnicott necesita de conceptos, fundamentalmente:

1-   Diferenciar la posición del objeto que hace a que haya un individuo con un mundo interno, es decir con un self central verdadero y objetos muy tempranos, subjetivos, que lo hagan “sentir real”, diferente a un mundo exterior.

2- La necesidad de un primer acto creativo para el objeto subjetivo, que es el inicio del asentamiento de los procesos posteriores, por ejemplo el O. T. y el espacio potencial. El objeto así creado es la raíz de la ilusión puesto que esto se repite en cada ocasión.

3- Aceptación y uso de la paradoja -creación / encuentro- que inicialmente da forma al objeto transicional y es el productor de una instancia psíquica, el espacio potencial.

LA CONSTRUCCIÓN DEL OBJETO SUBJETIVO  POR LA CREATIVIDAD PRIMARIA

Tomemos en cuenta que papel juegan la creatividad primaria, la presencia del objeto externo y el tiempo. La creación de un objeto subjetivo sólo es posible en el encuentro entre la creatividad primaria del bebé y el pecho real de la madre, ofrecido en el momento justo. El objeto subjetivo es el encuentro entre la forma innata del objeto que satisface la necesidad y la experiencia sensorial del pecho real de la madre. Se crea el pecho como objeto capaz de calmar su necesidad alimentaria. Winnicott se pregunta(2), y de algún modo nos pregunta, si esta creación responde a la necesidad de ser creado.

Los conocimientos que provienen del campo de la etología, los estudios de Lorenz con los gansos, indican la existencia de una codificación genética para la imagen, y que esta forma es puesta en imagen cuando se produce el encuentro con la primera forma ofrecida. En el sujeto humano, en el bebe, esta forma puesta en imagen pasara a constituir una representación psíquica, se inscribirá en el psiquismo como huella mnémica.

Estas investigaciones pueden resultarnos útiles para explicar el éxito de los condicionamientos y de la formación de las adicciones, y nos es posible deducir que las fallas tempranas en la etapa en que se está constituyendo el Objeto subjetivo, pueden explicar las patologías más severas como por ejemplo el autismo, o las esquizofrenias catatónicas.

Cada ser humano posee en su herencia psicobiológica, como potencialidad, lo que hace falta para su supervivencia, pero es necesario que esa potencialidad se actualice. La potencialidad existe en el individuo, pero la actualización sólo se puede concebir en la interrelación entre la madre y su bebé. La potencialidad ya instalada como capacidad, es un poder vivir en un mundo creativo por afuera de los objetos internos y subjetivos.

Un Lugar donde vivir.

          Si el objeto es inicialmente creado cuando se encuentra, esta modalidad es la forma posterior de existencia tanto del sujeto como de los resultados de su accionar o pensar cotidiano. La acción inicial de la creatividad primaria deriva en la construcción objetal y del mismo mundo en que vivir.

          Resulta comprensible dentro de esta forma de percibir la constitución de la subjetividad y esto incluye al Self, que el espacio es potencial tanto para el bebe, como para toda zona de interacción humana, como lo es el juego y la sociedad. El juego, más claramente el acto de jugar, con el tiempo derivará en el área de la cultura, si no hay situaciones de quiebras profundas que interrumpan la experiencia de continuidad en la vida.

Winnicott (4, pag. 134), sostiene sus propias posiciones teóricas, dice... ”esta teoría... no choca con la teoría estructural de Freud sobre la mente en términos del yo, el ello y el superyo. Lo que digo afecta nuestra concepción de la pregunta: ¿a qué se refiere la vida ? Es posible curar al paciente sin conocer lo que lo hace seguir viviendo”. Este sentido de salud y del vivir, no es tradicional, y continua con: “... los pacientes psicóticos que constantemente vacilan entre el vivir y el no vivir nos obligan a encarar este problema, que en realidad se refiere a todos los seres humanos.”

La creación es parte de lo cotidiano y toda construcción es creación. La salud es desde este punto de vista nada menos que la capacidad de sentirnos reales. Vivimos en forma creadora, pero esto sólo es posible si tenemos la capacidad de crear como acto cotidiano. En última instancia la capacidad para aceptar la ausencia y encontrar creativamente un producto de la acción humana que nos consuele, nos alegre y nos divierta.

Vivimos en un área creada por nosotros para nosotros, construida y constructora del mundo de la cultura.

Las experiencias con taquistoscopios (Kubie, 1980) muestran que podemos registrar  impresiones visuales, auditivas y sinestésicas de manera simultanea,  y sin la participación de los procesos conscientes. Según Hainer, a una velocidad de1 a10 millones de bits, por segundo (Ralph, 1976), que podemos clasificarlas directamente hacia respuestas autónomas y que pueden resurgir mas tarde en ciertos comportamientos.

La posibilidad de esta evidencia es avalada hoy día por los estudios de la neurociencia (MM; 1987) los cuales han hecho ver que disponemos de todo un hemisferio cerebral (el derecho) para las comprensiones estructurales, sincréticas, configuracionales y gestálticas, y que su forma de proceder  es holística, compleja, no lineal, tácita, simultanea y acausal.

EL OBJETO TRANSICIONAL, INICIADOR DE UN LUGAR DONDE VIVIR.

La diferencia entre algo concebido subjetivamente y algo percibido objetivamente, es el objeto subjetivo, producto de la capacidad creadora del bebe, y puente entre el self y la cultura, iniciador de un espacio para las potencias que pertenecen a nuestra naturaleza.

El objeto transicional, hace su aparición como primera experiencia de juego, es zona y puente, nacido de una experiencia en el punto del tiempo y el espacio de la iniciación del estado de separación entre la madre y el bebe (1971, pág. 132). En una palabra ese espacio es la constitución progresiva de la ausencia.

El objeto y el espacio transicional, que no son objeto ni instancia, no sólo borra la dicotomía entre los dos fenómenos si no que establece un continuo que sólo es roto por profundas situaciones traumáticas para un bebe. Esta continuidad experiencial de vida se continúa en el juego y posteriormente en las producciones culturales, no por nada  Winnicott atribuye a vertientes artísticas y religiosas de la cultura el papel de “recreo, de descanso, de casa de campo”.

El cambio propuesto, consiste en decir que el self del bebe entra en contacto con la cultura a "través" de un movimiento de transformación que el Objeto Transicional origina, un campo para las potencialidades de la naturaleza y un inicio de la diferencia entre yo - no yo.

Con lo que viene de afuera, lo "dado " y que hace propio, el bebe construye un puente sobre el cual se pasa de un lado para el otro a través de lo creado. Aquí destaca un punto importante: ese puente (sin fin dialéctico) "no sirve para nada si es construido de afuera para adentro", que ese puente es un acto que va hacia la cultura, que lo lleve a otro que inicialmente es la madre, y luego un no - yo que es fuera de si mismo, he ahí la construcción del mundo llamado cultura.

Es frecuente encontrar en la bibliografía psicoanalítica a autores de diversas posiciones que describen la incapacidad para simbolizar en patologías borderlines y actuadoras, y también sabemos que la psicosis está por afuera del mundo simbólico.

Dialéctica de los conceptos y de la percepción de los vínculos las ideas de medio “Ambiente facilitador, Sostén, O. T., Juego, Realidad Compartida por todos”, etc. tienen pertenencias conjuntas con el mundo de la cultura, con la tarea de la madre y el  padre, con la tarea del psicoterapeuta y del psicoanalista.

En tanto el ambiente es parte del desarrollo de la persona, esta variable y el tiempo, ingresan como parte del espacio psíquico, espacio para la transición enunciado a través del “going on being”, originando la subjetividad, el yo soy que siempre es un presente continuo, "un siendo".

Tremenda responsabilidad la de esta función materna, de poder permitir la transicionalidad, decir un "yo no soy todo, solo soy la transmisión de la vida y la guardiana de ella", pasaje de la dependencia a la independencia.

La transicionalidad establece entre el ser y la cultura, psicoanaliza a la cultura, así como el objeto adquiere en su sustrato necesariamente material una cualidad subjetiva, el O.T. que vive en un lugar ni afuera ni adentro.

Transición desde adentro y afuera, tercera zona  denominará Winnicott, al lugar en que los objetos y fenómenos transicionales ocurren, la recurrencia del número tres no nos asombra, porque la terceridad tiene en la teoría psicoanalítica un peso especial.

O.T. espacio potencial, tercera zona, juego. Si nada interrumpe esta continuidad, se habrá instalado el puente que no termina aquí sino que inicia la transicionalidad del ser a la cultura, al fin un lugar donde vivir, el único posible, ni el mundo de la alucinación o de la fantasía, ni el mundo sin significación.

Encontrado - creado, el negativo y el positivo se inician en el mismo lugar, pero para que este lugar potencial de pasajes exista y permanezca, no debemos intervenir, excepto de manera que hagamos de él un lugar confiable, y seamos creativos. Paradojas  y continuidad, dialéctica entre hallar y crear.          

Tercera zona y puente, entre una materialidad desconocida y fuera de significación, y un mundo interno en el que predominan las fantasías y las pulsiones, falta aun constituirse lo mas preciado que tiene el bebe para no sucumbir, el ser y  el para que vivir.

CREACIÓN Y JUEGO, EL GESTO REPARADOR.

El juego es  lo  universal y corresponde a la salud, facilita el crecimiento, conduce a las relaciones de grupo," (W. 1971, Pág. 65)... y, agrega, el psicoanálisis es una forma muy refinada  de juego al servicio de la comunidad. No podía ser expresado de otro modo,  primero el juego, luego su heredero, la cultura, y una sus producciones, el Psicoanálisis que se desarrolla en una zona de juego. 

Creación que se continúa en el juego, lo improvisado, lo que no culmina, lo que se destruye si las pulsiones dominan.  Los " Playing", son el juego, lo que es terapéutico por sí mismo, sin el juego, sin mediación, el niño corre el riesgo de enfrentar el sometimiento o la seducción de la madre.

A Winnicott le interesaba destacar la etapa que denominamos infante, previa a la palabra porque en ella se da la transicionalidad, porque sin ella hay un fracaso para las  potencialidades de la naturaleza, entre ellas la capacidad para la creatividad, fenómeno diferenciado y defendido por Winnicott con suma pasión.

El acto psíquico creativo surge en el espacio de juego, si Freud vinculó la creatividad a la sublimación y a la elaboración simbolizada de la pulsión,  Winnicott la vincula al gesto espontáneo y al verdadero self.

La sublimación es un mecanismo del yo de aparición tardía, posterior a la capacidad de simbolizar, el gesto espontáneo y el acto creativo se inician durante la temprana etapa de la vida, pre-palabra, previa a la adquisición de mecanismos psíquicos que se encuentran luego disponibles para la organización de complejas defensas.

Si la palabra significativa, no el gorjeo, ni la palabra hueca vacía de la psicosis adviene, será justamente porque en este periodo temprano, momento primero, aparición del primer objeto no madre inicia, en su doble pertenencia, ser y no ser yo, la relación de objeto, primer símbolo, y la capacidad para la creación... como un viaje de progreso hacia la experiencia, raíz del simbolismo, del que derivan las  producciones culturales (Winnicott, 1971, R y J).

El espacio psíquico transicional, la zona intermedia de la experiencia, aquella donde vivimos, no muere una vez conseguida,  aunque generalmente esta oculta o preservada para la vida cotidiana, este es el nido y nudo de la creación y de las producciones culturales, el lugar para la salud.

En la zona de juego se reúnen objetos de la realidad externa, con la capacidad de soñar, que los inviste de significaciones y deseos oníricos.

El juego será ese espacio visible, fuera de él, único e irrepetible, no hay nada prefijado, y aunque el jugar es parte de la relación de objeto, lo que ocurre se elabora de manera imaginativa, siempre es una primera vez, ¿cómo repetir un juego? ¿cómo repetir un sueño?

En el centro de cada persona hay un elemento incomunicado sagrado para sí mismo, merecedor de lo que se preserva, el self, que nace con la capacidad creativa. La necesidad que tiene el self de comunicarse en tanto nacido con el acto creativo, está en el origen de las artes, las ciencias, las instituciones y las religiones.

En Comunicarse y no Comunicarse, ( Winnicott, 1963, Pág. 234)  nos dice que el individuo solo atenúa su ser aislado en permanente incomunicación debido a que en la vida y en el vivir, este hecho crudo, es suavizado por la participación en todas las gamas de la experiencia culturales.

Por esto la capacidad para crear es un acto de todos los días. Es en este sentido, que la creación es parte de lo cotidiano, y toda construcción de la cultura, es creación.

Así es interpretada por los artistas contemporáneos que toman objetos de la realidad arrancando un objeto trivial de su contexto, para bautizarlos y transformarlos en una "Obra de Arte". Ruptura de la idea tradicional de una obra de arte, donde la belleza, la perfección y muchas veces la técnica quedan relegadas.

Los colagges que usan parte de material de desperdicio, como una botella rota, chapitas, y otros restos de objetos, un simple material que sale de la significación y uso cotidiano  para transformarse en otra cosa que representa una idea a interpretar.

Obra de arte que representa una época y un lugar, testigo de los paradigmas de fin de siglo, de profundos cambios éticos, con cambios de significaciones entre válido - no valido, verdadero - no verdadero, moral - inmoral, etc. La acción creativa,  así como la "obra dearte', coincide con el deseo de innovar, de decir lo que nunca se ha dicho, abrir caminos desconocidos, destruir el objeto y que este sobreviva  con  el nuevo sentido.

Sin querer encasillar al artista en una sola intención, en ellos hay deseos de mostrar un deseo, como por ejemplo transmitir el alma y la belleza en Leonardo, el mundo fantástico de los sueños en Marc Chagall, de someter al espacio en Kandinsky, de acaparar el tiempo en Dalí, de romper una perspectiva en Picasso. No poder decirse si se va o se viene en M.C. Escher. Esto es comunicarse a través de las producciones culturales.

LA EXPERIENCIA CULTURAL.

La cultura puede ser percibida por muchos de manera semejante, pero es usada de manera muy personal por cada uno, porque es el lugar para poner lo que creamos, mientras nos hacemos cargo de lo recibido tradicionalmente. Solo podemos ser originales si no despreciamos lo recibido, nuestra propia historia.

La experiencia cultural vincula el pasado, el presente y el futuro (Winnicott, 1971, Pág. 145),  por  esta condición que incluye al tiempo, la aceptación de la realidad será una tarea sin fin, ya que "ningún ser humano llega a liberarse de la tensión suscitada por el encuentro entre la realidad externa y la interna" (R y J. Cáp. 7).

La cultura será el lugar creado para curarnos, de esta tensión, y de las fallas del medio ambiente. Octave Mannoni (1978), destaca la diferencia entre "to heal " y "to cure " en relación a la idea de Winnicott en que la vida ordinaria cicatriza situaciones de quiebre que estaban congeladas. Los procesos de creación y simbolización de la vida cotidiana conforman una especie de cura natural, distinta a la acción del curar organizado. Los "Healing phenomena" son cicatrizaciones de las fallas ocurridas en el medio ambiente infantil por las acciones creativas y con sentido de cada día.

En la cultura, que es el lugar en que vivimos todos los días, se recoge la herencia, se recibe lo creado, el vivir creativamente no es semejante a no sufrir síntomas ni tener relaciones sexuales satisfactorias. Conocimiento que tiene la cultura popular acerca de que "la rutina mata", fenómenos que de acuerdo a cada época y generación vemos y aceptamos con agrado. Actos creativos que originaron las creencias religiosas y los proyectos científicos. Desde un simple garabato a la "Divina Comedia" del Dante, en este caso para contar creativamente las vicisitudes de las clases altas florentinas de su época, al festival musical que nuclea a los más jóvenes detrás de sus líderes, avisando las épocas que se avecinan.

Lic. Prof. Alicia Pelorosso.Docente de posgrado, Fac.  de Psicología.  Ex docente de grado de las carreras de  Psicología y de musicoterapia. Fac. de Psicología. UBA.

Bibliografía

‎Martínez, Miguel M. (1991) La investigación Cualitativa Etnográfica en Educación. Cap 2. Pag 37.  Texto. Caracas. Venezuela.

Mannoni, Octave.‎ (1978). ‎Fictions freudiennes.‎ ‎Ed. du Seuil, collection "Le Champ Freudien", dirigée par Jacques Lacan, 1978.

Winnicott, Donald: 1979. Realidad y juego. Gedisa, Barcelona,

Winnicott, Donald: (1965). Clínica psicoanalítica infantil. Hormé, Buenos Aires, 1980. La Consulta Terapéutica.Publicado por Emanuel Miller, comp., Foundations of Child Psychiatry, Londres, Pergamon Press, 1965. 

Winnicott. D. (1963) El comunicarse y el no comunicarse que conducen a un estudio de ciertos opuestos. Pág. 234-236. En los procesos de maduración y el medio ambiente facilitador.

 


 

(1)D. W. Winnicott, (1960) La teoría de la relación entre progenitores – infante.  En Los Procesos de Maduración y el ambiente Facilitador. Paidós 1993. Bs. As.

(2)Winnicott. (1963) El comunicarse y el no comunicarse que conducen a un estudio de ciertos opuestos. Pág. 236

 

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