FREUD EN EL CINE: DE LO SUBLIME A LO RIDÍCULO

Viena, junio de 1938. Un Freud abatido por la anexión de Austria a la Alemania nazi se recuesta en su diván y cierra los ojos. A su alrededor, sus más preciados objetos están ya empacados y son mudos testigos de su inminente exilio a Londres, donde morirá apenas un año después, el 23 de setiembre de 1939. El gran actor Bruno Ganz, encarna al padre del psicoanálisis en ese tramo final de su vida, ofreciendo su propio rostro transido por un cáncer terminal, poniéndonos así en la piel de lo que vendrá.

El film se acaba de estrenar en 2019, próximo al 80° aniversario de la muerte de Freud, evento que la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires conmemora a través de distintas iniciativas, en las que se inscribe la realización de Freud en el Cine, un ensayo cinematográfico. Se trata del resultado del trabajo de investigadores del Programa de Ciencia y Técnica de la UBA, y constituye el primer film académico sobre el tratamiento de la figura de Freud en la pantalla.

Fue concebido como una contribución de la Cátedra I de Psicología, Ética y Derechos Humanos, en colaboración con la Práctica de Cine y Subjetividad, el seminario de Cine de la Maestría en Psicoanálisis y el Departamento de Video de la Facultad de Psicología.

¿Qué retratos de Freud propuso el cine a lo largo del tiempo? ¿Un apasionado de la verdad? ¿Un conflictuado y ambicioso investigador del psiquismo? ¿Un detective de lo inconsciente? ¿Un pacato burgués obsesionado con la sexualidad? ¿Un amo caprichoso que demandaba subordinación? ¿Un neurótico grave que elevó sus complejos a sistema explicativo?

Este ensayo cinematográfico es un recorrido por los modos en los que el cine retrató a Freud y las diversas maneras –justas o banalizadoras– en las que se plasmó el psicoanálisis en la pantalla y en el imaginario colectivo. No para interrogarnos por su justeza histórica (ya que al fin y al cabo se trata de ficciones cinematográficas), sino para señalar los modos en que dichas representaciones proponen, indirectamente, una posición sobre el psicoanálisis en la cultura.

Desde aquella película pionera de John Huston, protagonizada por Montgomery Clift, en la que Freud es un héroe romántico que lucha contra todos y contra sí mismo para revelar la verdad que esconden los síntomas de sus pacientes, hasta la ya mencionada “Der Trafikant”, protagonizada por Bruno Ganz, un amplio abanico de casi treinta filmes se ofrece al espectador.

En ellos, Freud es retratado analizando a sus pacientes clásicos, como Elizabeth von R., Anna O., o el Hombre de los Lobos, pero también a Gustav Mahler, Marie Bonaparte o Lou Andreas-Salomé. Y, por cierto, a pacientes apócrifos como Sherlock Holmes, Adolf Hitler, y hasta León Trotsky en la reciente producción de Netflix.

Esta larga serie, que va desde representaciones sublimes hasta banalizaciones, nos informa sobre el carácter revulsivo del psicoanálisis. Así, Freud en el cine es un ensayo cinematográfico que recorre esta saga de películas para pensar la tensión entre ética y estética, y leer en qué medida el cine ha guardado –o no– fidelidad a la obra y pensamiento freudiano, a la vez que apreciar su actualidad desde una renovada experiencia como espectadores en una sala de cine.

Los modos en los que Freud ha sido representado en el cine encarnan los fantasmas sociales en torno del psicoanálisis que se han ido sucediendo a lo largo del tiempo. Desde la década del 40, el psicoanálisis se consolidó en Estados Unidos y, lejos de devenir una peste como Freud auguraba, se incorporó a la cultura americana.

Fruto culminante de ese lugar de prestigio fue la primera película sobre Freud en 1962. Hasta fines de los años 70, el cine ofreció una imagen respetuosa de Freud, aunque estereotipada y muchas veces alejada de la verdad histórica.

Durante la década del 80 el cine lo atacó o caricaturizó, en consonancia con una serie de publicaciones críticas a Freud y al psicoanálisis. Desde el 2004 en adelante, Freud reaparece como personaje en películas donde es satirizado o presentado de modo ambivalente. Un cine al servicio de las resistencias al psicoanálisis.

Ejemplo paradigmático de ello es el film “Un método peligroso”, tal vez el más popular entre nosotros, por haber sido protagonizado por nuestro conocido Viggo Mortensen. Allí la transferencia es presentada como un peligroso vínculo de dependencia y sometimiento del analizante al analista. Y los debates entre Jung y Freud son reducidos a una banal lucha de egos en los que Jung tiene invariablemente la razón. Esto es así porque la representación de Freud propuesta por Cronenberg se basa en el retrato tendencioso que plasmó Jung en sus memorias. Así, a los fines de la investigación, el film cumple una doble función: como objeto estético y como fuente indirecta de los síntomas de la época.

Digamos, para concluir, que el impacto cultural del psicoanálisis convirtió a Freud en una de las figuras intelectuales más destacadas y polémicas del siglo XX. También en una de las más reconocibles y populares. Y una vez que Freud pasó al celuloide, el personaje se fue independizando de la figura histórica, hasta encarnar un popular ícono cultural en el que el padre del psicoanálisis difícilmente se reconocería.

Pero a pesar del repetido anuncio de la muerte del psicoanálisis, del que el cine muchas veces se ha hecho eco, sigue vigente aquella frase latina que Freud tomara del escudo de la ciudad de París:

Fluctuat nec mergitur: Fluctúa, pero no se hunde.


Freud en el cine, un ensayo cinematográfico, está basado en una investigación[1] sobre las siguientes películas, ordenadas por año de realización:

Sigmund Freud home movies (Mark Brunswick, Marie Bonaparte 1930-1939)

Freud, Secret Passion (John Huston, 1962)

Bewitched (Temporada 3, episodio 10: I'd Rather Twitch Than Fight, Robert Rosenbaum, 1966)     

Le fil rouge (Robert Crible, 1968)

Der junge Freud (Axel Corti, 1976)

The Seven-per-cent Solution (Herbert Ross, 1976)

Bergasse 19 (Ernst Hausman, 1979)

Sogni d'Oro (Nanni Moretti, 1981)

Lovesick (Marshall Brickman, 1983)

The Secret Diary of Sigmund Freud (Danford Greene, 1984)

Freud (Moira Armstrong, 1984)

Nineteen Nineteen (Hugh Brody, 1985)

Bill & Ted's Excellent Adventure (Stephen Herek, 1989)

Star Trek: Next Generation (Temporada 7 episodio 6: Phantasms, Patrick Stewart, 1989)

The Young Indiana Jones Chronicles (temporada 2, episodio 9: Vienna, November 1908, Bille August y Carl Schultz, 1993)

Friends (Temporada 1, episodio 6: The one with the butt, Arlene Sanford, 1994)

Sigmund Freud: Analysis of a Mind (Bill Harris, 1995)

The Empty Mirror (Barry Hershey, 1996)

The Simpsons (Temporada 11, episodio 11: Faith off, Nancy Kruse, 2000)

Princesse Marie (Benoît Jacquot, 2004)

Inconscientes (Joaquín Oristrell, 2004)

The Death of Salvador Dali (Delaney Bishop, 2005)

When Nietzsche Wept (Pinchas Perry, 2007)

Buenafuente: Hasta el fondo (Capítulo 13: Sigmund Freud, Andreu Buenafuente, 2010)

Mahler Auf Der Couch (Percy y Felix Adlon, 2010)

Der Vampir auf der Couch (David Rühm, 2014)

Lou Andreas-Salomé (Cordula Kablitz-Post, 2016)

Trotsky (Alexander Kott & Konstantin Statsky, 2017)

Der Trafikant (Nikolaus Leytner, 2019)



[1] Laso, E. El ojo maravilloso: Encuentros y Desencuentros entre cine y psicoanálisis. Editorial IRojo, 2018.